Reconocida como una de las cepas más antiguas de Europa, el Carmenere que también es llamado “Grand Vidure” en Burdeos, es un varietal que prácticamente pudo haber desaparecido de la faz de la Tierra. En las postrimerías del siglo XIX la temida filoxera, un insecto de aspecto similar al pulgón, devastó grandes terruños en toda la región viñatera del país galo, terminando con la historia de esta valorada cepa.
A un océano de distancia y a más de 11.000 kilómetros nadie sabía que este cepaje seguía existiendo en Chile. Muchos confundían sus parras con Merlot o Cabernet Sauvignon. Tuvieron que pasar más de 130 años cuando en 1991, el francés Claude Vallat, ampelógrafo (dedicado a la identificación y clasificación de vides), distinguió un viñedo similar al Merlot, pero con características ligeramente diferentes, en ese momento no pudo distinguir con certeza a qué tipo de uva correspondía, pero ya iba por buen camino. Posteriormente, en 1993, Jean Michel Boursiquot, aprendiz de Vallat, siguió la investigación sobre esta misteriosa uva, concluyendo finalmente que se trataba de Carmenere.
A partir de este “redescubrimiento”, los viñateros chilenos apostaron por esta cepa, que hoy es la base de los vinos más galardonados por la crítica enológica internacional. El Carmenere sin duda mejoró la calidad de los vinos que se producían en el territorio. En 2015, por iniciativa de Vinos de Chile, se instauró el 24 de noviembre como el Día del Carmenere o Carmenere Day, para conmemorar los 20 años del día en que se redescubrió esta cepa que tantas alegrías le ha traído a los viñateros chilenos.
En esta nueva edición, te invitamos a formar tu propia opinión acerca de esta cepa, degustando diferentes viñas, valles, terruños, ensamblajes y monovarietales. Queremos que conozcas y disfrutes estos vinos. ¡Salud por el Carmenere!